lunes, 17 de enero de 2011

VIDA




 
Octubre del 2010

Sentada dentro de un artilugio raudo, veloz, y ruidoso suspendido en el aire, mas viento, mas aire, mas, mas
Mi vida viva; Mira al exterior
Nublos de algodón de azúcar, fusionados con cumbres de nata montada
¡Me están llamando! “Voy
Me sumerjo en la esponjosidad tibia y agradable del miraguano, reconfortando todas las posturas de mi cuerpo.
¡Es fascinante!
Mis manos cogen pequeños nublos, los lanzo, y me caen encima, flotando con suaves y gráciles figuras.
Las nieves alpinas, las de la patagónia y las brumas de los Andes, se han fundido en sublime blancura
Me asomo por las grietas azuladas del cielo que se abren entre los nublos
¡Que grande! La extensidad del apacible océano, inacabable. Briznas de rayos de sol hieren el horizonte.
Mi corazón casi inerte ha alcanzado la calma absoluta. No hay duda estoy en la tan inalcanzable “Gloria”.
Mis latidos navegan suavemente, mientras descanso sobre las nubes almohadilladas.
Una inesperada niebla densa; Un tintineo aparece de sus efluvios realistas, recuperando el sonido a mi oído.
(Señores pasajeros, abróchense los cinturones, que vamos a aterrizar)

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