LAMENTO MARZO- 2013
Como bandolero de monte, fui rio
arriba ¡gran delito!
buscarme la vida.
Alcalde y bribones llenan la barriga a costa de los ínfimos
jornales de
los peones. Los destajos por duros llegaban
para pan. Para cubrir necesidad todo lo
que se pescara
en el rio o en el monte se cazara, en la cazuela, acababa.
Un
aguacil de uniforme con ademanes de mariscal, se recreó
poniéndome una multa, el
motivo del delito “sobrevivir”. A él,
le daba igual.
Aquel nefasto largo día trabajo,
lleno de penuria y necesidad;
ya anochecido loco de furia, preso de
desesperación, fui a
hacer cuentas ¡ me negaron el jornal y se rieron de Amador!.
Con frenesí de rabia, lleno de impotencia eché
mano la
hoz.
Dios perdona esta infamia! ¡Discúlpame Señor!, por hacer
rodar cabeza, como pelota
de pin-pon.
Los jueces me condenaron, ¿Por qué no condenaron a los
canallas que lo provocaron?. No me justifico, no tengo
justificación, porque otro rufián ocupara el sillón.
Yo en esta cárcel con muros de piedra de la que no saldré
jamás, no hago examen de conciencia, si no que pienso en
escapar.
El bravo Guadelevin raudo bajo el penal,
sus aguas bravas
pule guijarros bajo mis pies, oigo el ruido estrepitoso de
las
rocas al golpear los muros del puente y se me erizan lo bellos
de envidia
de estar en ese tropel
Yo aquí entre cuatro paredes, grabada de sangre la piedra,
donde casi no me alcanza la luz, tiemblo de frío entre harapos
descoloridos, por la noche, busco ese rayito
de luna que me llega,
de refilón; rogándole -¡luna llévame contigo! y la luna
pronto se
aleja dejándome más solo y abatido.
. ¡Ay!
Quien pudiera ser hoja seca.
Y
con un suspiro del viento volar.
Quien pudiera desandar la vida
Quien pudiera volver a la
libertad!
¡Ayde mi. .
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